La independencia de Cataluña
Son muchos los pueblos que luchan por ser reconocidos como nación distinta y declararse al mundo como país independiente. Pensamos, entre otros, en los pueblos de Quebec, Escocia y Cataluña. Muy recientemente, las naciones del mundo miraban a Cataluña, que celebró un referéndum para declarar su independencia. Dicho esto, a pesar de que este referéndum obtuvo un resultado favorable a los catalanes, España invalidó su ratificación y hoy, cuatro años después de los acontecimientos, Cataluña sigue bajo su control y el líder del movimiento independentista catalán, Carles Puigdemont, sigue huyendo fuera del país.
En este artículo, encontraréis un tema muy interesante: la libertad de un pueblo. ¿Qué es la independencia? ¿Qué gana un pueblo si se independiza y qué precio paga por esa libertad? ¿Qué pasa con el país del que se separa? Todas estas preguntas encuentran respuestas en los debates que rodean la identidad propia de un pueblo. Esta identidad se reconoce por la existencia de una lengua común, de una cultura que le pertenece y de una historia que le es propia. Por supuesto, en este contexto, hay opiniones favorables y desfavorables al reconocimiento de la identidad de un pueblo y, por lo tanto, a su acceso a la independencia política, ya sea razones económicas, sociales o incluso religiosas.
¿Por qué entonces Cataluña no es independiente cuando el referéndum catalán ha obtenido un resultado positivo sobre su proyecto? Esto se debe al artículo 155 de la Constitución española. En la política de España, el artículo 155 de la Constitución confiere al gobierno actual el derecho de suspender la autonomía de cualquier Comunidad autónoma en el país. Esta autonomía que otorga una semilibertad política y económica al pueblo catalán y a las otras 16 comunidades autónomas de España puede ser suspendida en cualquier momento y así, en caso de intento de secesión, el gobierno de España puede intervenir en Cataluña y cualquier Comunidad autónoma que ponga en peligro la integridad del país y perseguir a los dirigentes independentistas por traición. Eso es exactamente lo que hizo. Como consecuencia, el derecho de los catalanes a la autodeterminación fue reprimido y su declaración de independencia fue anulada por el gobierno de España. Esto plantea un enorme problema, ya que, como monarquía constitucional, los dirigentes del Estado están obligados a actuar según la voluntad democrática del pueblo, que se expresa en los procedimientos de votación sobre determinados proyectos. La negativa a aceptar el resultado del referéndum catalán refleja una negativa a conceder la libertad a todo un pueblo, lo que es contrario a los valores de toda constitución que se considere democrática.
Usted entenderá aquí que hay una incoherencia, ¿cómo países como España o Canadá pueden reivindicar la liberación y el reconocimiento de pueblos distintos en el mundo, pero estar en contra de la de pueblos distintos que se encuentran en su territorio? Este tipo de contradicción es la causa misma de las manifestaciones en las calles de Cataluña. Se ha reconocido la identidad, se ha votado la independencia, pero España se niega a conceder la libertad al pueblo catalán. España parece romper los fundamentos democráticos de su constitución y ser la causa de las acciones políticas más intensas del pueblo de Cataluña.
Muchas preguntas han quedado sin respuesta desde el referéndum catalán. ¿Qué sucederá con los políticos independentistas de Cataluña y con los manifestantes por su liberación? Las fuentes adjuntas a este artículo muestran lo que el pueblo catalán y el español piensan de esta historia. Personalmente, creo que se trata de una enorme injusticia para el pueblo catalán, ya que ha hecho las cosas en debida forma según los procedimientos legales a pesar de un enganche ilegal en el artículo 155 y luego se ha visto obligado a permanecer en un país con el que ya no se identifica. Sin embargo, este tipo de cambio político no ocurre sólo en España, donde reina una monarquía constitucional. Esto también ocurre en otros países hispánicos, como México, Argentina y Chile, que tienen sistemas políticos diferentes. Por otra parte, es importante saber que la corrupción de los representantes gubernamentales desempeña un papel importante en tales injusticias. La política de los países hispánicos es, pues, un tema de los más interesantes que hay que estudiar, sobre todo cuando se cuestiona la libertad de un pueblo entero. Por su parte, ¿Cree que la independencia total de Cataluña es un proyecto que hay que apoyar? ¿Cree usted que todo pueblo distinto debe ser libre, reconocido como nación y aceptado como país? La libertad nos concierne a todos y su opinión es importante.
Referencias
¡Holà Marc!
RépondreSupprimerCreo que tu tema y tu artículo son muy interesantes. Además, son de extrema actualidad. Creo que muchos quebequenses se reconocen en los andaluces actualmente. Muchos expresaron su decepción por el hecho de que Quebec todavía no fuera un estado independiente. Personalmente, no veo el interés en que un territorio se separe de un país para convertirse en un estado independiente...
Comprendo la injusticia que pueden sentir los andaluces, pero ¿por qué haber un referéndum cuando sabían que sus derechos probablemente serían revocados por el gobierno? Además, ¿cuáles serían las repercusiones para Barcelona? Porque Barcelona es la capital de Andalucía, pero también de España. Entonces, si Andalucía se convirtiera en un estado independiente, ¿España perdería su capital?
Así que, estoy de acuerdo con la decisión del gobierno. Como puedes ver, nuestras opiniones son muy diferentes. Pero me parece muy interesante la forma en la que nos presentas y nos explicas la situación.
¡Muy bien escrito! Espero impacientemente tu segunda entrada.
Perdón Olivier, pero hubo confusión. No son los andaluces, sino los catalanes que están en un proceso de independencia. Barcelona es la capital de Cataluña. Madrid es la capital de toda España (y Córdoba la capital de Andalucía). Sin embargo, una de las razones de la voluntad de independencia de Cataluña (con su capital Barcelona) es el hecho de que sea una de las regiones más prósperas de España que contribuye con sus impuestos a los gastos de toda España. Además, tienen una identidad cultural distinta, con más de mil años de existencia. Sin embargo, dudo de que Madrid dejaría Cataluña irse con los ingresos que brinda al país. Por la misma razón, Washington no dejaría Nueva York irse. A pesar de que los catalanes no hayan logrado lo que se proponían, hay que felicitarlos por su respeto del debido proceso democrático.
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